La entidad, referente en innovación y acostumbrada a trabajar colaborativamente, ha hecho un frente común en el que profesionales, familias y usuarios han dado ejemplo de superación en tiempos de pandemia.
La pandemia del COVID-19 ha cambiado de la noche a la mañana hábitos, expectativas y planes de la población de todo el planeta, y las principales medidas de seguridad para luchar contra esta crisis sanitaria, en especial la distancia social y el uso generalizado de mascarilla, son requisitos especialmente difíciles en el día a día de las personas con discapacidad intelectual y necesidades especiales de apoyo. En Fundación CEDES, una entidad modelo en impulsar proyectos colaborativos, trabajar transversalmente con todos sus servicios y, sobre todo, en poner a las personas en el centro de toda acción, la actual situación es el escenario más antagónico a su esencia. Pero como siempre, profesionales, familias, y personas usuarias, han hecho un frente común para superarse por encima de toda expectativa.
Desde el cierre decretado por el estado de alarma, la dirección y profesionales de la fundación habilitaron de forma inmediata dispositivos de atención permanente para las familias, de asesoramiento, apoyo emocional, banco de materiales y asistencia domiciliaria cuando se ha precisado. Todos los canales de comunicación de la Fundación en redes sociales y telemáticos se reforzaron y se creó la web-blog CEDESINFORMA.
Las personas usuarias y sus familias han podido, además, seguir vinculadas a sus referencias de actividades y método de aprendizaje gracias a los materiales elaborados diseñados por el equipo de profesionales, en algunos casos personalizados, y que cubrían todos los ámbitos posibles, desde hábitos saludables, formativo, ocio, apoyo emocional, cultura…
Hasta CEDES la pandemia ha llevado momentos cargados de solidaridad y empatía, no sólo por las numerosas donaciones de material de protección, tablets, libros, etc., sino también por muestras de afecto reflejadas en visitas de colectivos y aplausos que llegaban de vuelta por parte de los sanitarios.
De acuerdo a las medidas vigentes actualmente, la actividad seguirá siendo no presencial en el Centro Educativo hasta septiembre, y fue también no presencial en Centro Ocupacional y Centro de Día hasta que se pudieron reabrir a finales de junio, con una adaptación total de aforos al 50%, controles, separación de espacios, y habilitación de materiales de uso individual para cada usuario. Y, por supuesto, en la Residencia la atención ha sido permanente, presencial con todos los protocolos adaptados a unas circunstancias tan especiales.
Si, como ya se ha indicado, las características de la mayoría de los servicios de Fundación CEDES requieren el contacto personal, no hay duda de que no tenerlo durante este tiempo ha supuesto un esfuerzo enorme para familias, usuarios y profesionales. Por eso, Teresa Muntadas, directora de la Fundación, quiere destacar “la magnífica labor de todos los y las profesionales, tanto los que estaban en el centro, como los que trabajaban desde casa”.
Además de que en la entidad siempre se ha apostado por la especialización en métodos innovadores, en este período todos han hecho un esfuerzo extra por formarse y poner en marcha nuevos recursos tecnológicos”. En este sentido, CEDES ya era un referente en poner a disposición de usuarios y usuarias innovaciones tecnológicas; ahora el reto es avanzar en aplicaciones que permitan seguir ofreciendo una atención personal y a la medida, también online. Con este objetivo, CEDES está desarrollando ya webinars de formación específica para profesionales, usuarios y entorno familiar.
Muntadas pone especialmente en valor que “las familias, que siempre han sido una parte esencial en la vida de la Fundación, durante la pandemia se han convertido en imprescindibles. Sin ellas no se hubiera podido realizar el trabajo”. La entidad hace también mención especial de los apoyos recibidos por parte de empresas, entidades y particulares, tanto con material de protección como con regalos y numerosas muestras de cariño.
En definitiva, el impacto del COVID-19 ha sido un reto y va a seguir siéndolo. “Tenemos muchas ganas de retomar nuestra rica actividad habitual pero ahora la salud es el imperativo mayor”. Con todo, concluye la directora, “esta crisis nos va a servir para acelerar nuestro proceso de búsqueda de nuevos servicios y maneras de atender a las personas con discapacidad intelectual y buscar nuevos apoyos tecnológicos, reforzando la línea de trabajo que en este sentido ya llevamos aplicando muchos años”.
El reto continúa y seguir afrontando esta situación requiere un gran esfuerzo por parte de la entidad “para responder a las exigencias de protección y seguridad, y a los nuevos retos en la prestación de servicios para que las personas con discapacidad intelectual no vean afectados sus derechos y puedan desarrollar un proyecto de vida pleno en igualdad de condiciones”, subraya Teresa Muntadas. Para ello, añade “necesitamos seguir contando con el apoyo de la sociedad y el compromiso de las Instituciones”.